martes, 10 de mayo de 2011

Fantasmas

No arrastran cadenas, ni adornan sus cuerpos con sudarios blancos, pero todos vienen de otro tiempo lejano y me saludan con un “hola MA”, con un “buenos días Señorita”…Los hay gentiles y amables, los hay que se asustan al verme, otros me recriminan mi forma de actuar, y también alguno manda abrazos. ¿Cómo han llegado hasta aquí, en esta soleada mañana de domingo en la que vivo una vida que no me pertenece? ¿Por qué son ellos los que se sorprenden, mientras yo los recibo con sincera ternura?


El sonido de la lluvia los congrega y obedientes comparecen para aclarar las dudas de los que aquí quedaron. Y es el temblor que provocan al ser reconocidos, tras su partida, lo que les da razón de ser y les confiere su identidad de seres venidos de otro mundo para cerrar o abrir heridas que cicatrizan lentamente, muy lentamente.


Desde otro tiempo,
nubes de primavera
los han traído.

jueves, 5 de mayo de 2011

Fugacidad

Intento aprender de memoria el primer párrafo de este magnífico libro, que empiezo a releer por segunda vez. Y mientras lo hago, la lluvia laca en verde los campos y arrastra el tiempo de esta primavera bulliciosa haciendo realidad el sonido de la campana del templo de Gion...




Me dispongo a vivir una nueva experiencia que tal vez me depare algún hallazgo valioso. Temor y entusiasmo a partes iguales. Pero, ¿no es esa fórmula mágica la que me ha movido siempre?



Antes de dejar su casa para siempre, la dama Gio recoge minuciosamente su cuarto y se marcha llorando porque su bondad imprudente precipitó su destino, y eso siempre duele.