
Me dispongo a vivir una nueva experiencia que tal vez me depare algún hallazgo valioso. Temor y entusiasmo a partes iguales. Pero, ¿no es esa fórmula mágica la que me ha movido siempre?
Antes de dejar su casa para siempre, la dama Gio recoge minuciosamente su cuarto y se marcha llorando porque su bondad imprudente precipitó su destino, y eso siempre duele.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
SI VAS A DEJAR UN COMENTARIO SIN FIRMA, NO TE MOLESTES: AQUÍ NO PUBLICAMOS ANÓNIMOS. GRACIAS.