martes, 21 de septiembre de 2010

Autoexilio

Por dinero, por rencor, por el honor público, por la riqueza, por el oro y, sobre todo, con engaños se mueven los personajes fantásticos de estas Mil y una noches que ahora leo en una preciosa edición de los años 40 a la que me unen sentimientos recién nacidos.



Me pregunto, autoexiliada de mi jardín zen, por qué no podrá elegir cada uno su propia tradición.


Imagino a Koizumi Yakumo nombrándose asimismo en alto para conjurar un pasado que quedaba definitivamente atrás con la elección de este nombre. Es tan difícil.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Palabras

En mitad de la calle repleta de gente, un amigo me cuenta que ha pasado el verano en una casa al pie de un acantilado de lava, con el ancho mar al frente. El rumor de las voces son las olas que baten la piedra negra. Y siento el frescor del aire y por un momento estoy allí. Un soplo de vida que atrapo.



Ieyasu escucha atentamente a Will Adams. Sin salir de Japón ha descubierto América, ha viajado a bordo de un navío de la Armada Invencible, ha conocido rutas marítimas que no habría imaginado en sueños....Es todo lo que necesita y por eso no lo deja escapar.



“Honra a los dioses y venera a Buda”: muchos soportaron ese peso con una delicada sonrisa.

viernes, 3 de septiembre de 2010

De vuelta

Paso el verano entre el descreído Yo el Gato de Soseki y las impagables lecciones de Japón de Lafcadio Hearn. Por esta parte, todo perfecto.




Una de las principales distracciones de la gata K, cuando no duerme, es mirar fijamente y con el máximo interés todo lo que hago. ¿Estará pensando en escribir un libro? Espero quedar mejor en su retrato que el pusilánime Sr. Kushami.



Mientras ellos llevan toda la vida viviendo entre los muertos para acabar viendo fantasmas salir del televisor, nosotros nos empeñamos en fingir que ya no están más que dentro del televisor.