Paso el verano entre el descreído
Yo el Gato de Soseki y las impagables lecciones de
Japón de Lafcadio Hearn. Por esta parte, todo perfecto.
Una de las principales distracciones de la gata K, cuando no duerme, es mirar fijamente y con el máximo interés todo lo que hago. ¿Estará pensando en escribir un libro? Espero quedar mejor en su retrato que el pusilánime Sr. Kushami.
Mientras ellos llevan toda la vida viviendo entre los muertos para acabar viendo fantasmas salir del televisor, nosotros nos empeñamos en fingir que ya no están más que dentro del televisor.