jueves, 25 de noviembre de 2010

Bosque

Escucho que la palabra favorita de la recién galardonada Premio Cervantes Ana María Matute es bosque, el lugar donde todo puede ocurrir. Y caigo en la cuenta de que si me tengo que quedar con una sola palabra yo también me quedo con ésta, que recoge tantas realidades unidas por el nexo inescrutable del misterio abrumador de la naturaleza que nos hace pequeños y a la vez grandes por dentro.


Siempre llueve en Rashomon: la puerta por la que se accede al bosque en el que confluyen cuatro historias que son juntas la verdad de una sola. Pero, ¿por qué siempre llueve? ¿Es el agua furiosa el alimento de la vida que crece entre las hojas muerta de la mentira?


Vivir sin más deseo que pasear entre los negros pinos, las frondosas encinas, los inquietantes eucaliptos, los sorprendentes pinsapos, los planteados olmos…porque, aunque no estén juntos, juntos son la verdad del bosque de mis recuerdos.

martes, 16 de noviembre de 2010

Amanecer

Este implacable amanecer: sobre el mar quieto, el cielo quieto de los primeros fríos.

Y esa extraña sensación de que nos falta algo o más bien de que faltamos nosotros, que casi no estamos dentro de lo que de verdad importa, acuciados por la prisa de ir hacia adelante. Sin detenernos, dejamos que el amanecer se escape, una mañana más, por el espejo retrovisor.

Ropa blanca sobre la nieve, que al sol se vuelve roja. Tras la puerta cerrada de un albergue de montaña el amor se vuelve cruel con cada beso de despedida.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Otoño

El graznar de los gansos, el bramar de los ciervos, el suntuoso brocado dorado y rojo del bosque… Atributos certeros de la estación de la nostalgia en el Japón antiguo.



¿Y por qué no pasar estas solemnes jornadas al calor de la lumbre, en compañía de amigos? Aunque es lumbre sea, no el fuego del hogar en el que arden las brasas, sino esa misma amistad que ahora nos conforta, después de tanto tiempo, en este otoño en ciernes de nuestras vidas.



Viendo la luna

Mil asuntos me llenan

De pesadumbre.

Pero ¿seré yo el único

A quien llega el otoño?

Oe no Chisato (traducción de Carlos Rubio).



martes, 2 de noviembre de 2010

Fantasmas

Releo Ugetsu Monogatari en la noche de difuntos mientras aporrean la puerta pequeños fantasmitas, descarados demonios o rollizos esqueletos…Me lamento. Pero caigo en la cuenta de que mucha gente de mi generación no ha visitado jamás la tumba de sus abuelos. Me avergüenzo.



La casa cerrada aún guarda su recuerdo y entre las cañas que la invaden todavía se escucha su voz invitando a pasar al marido descuidado que la dejó sola largo tiempo. Hasta aquí, un relato cortés de la era Heian. Pero a Ueda Akinari no le basta con eso.



No, no hace falta

la luna de las lluvias.

Estás conmigo.